Los neologismos representan un reto para la traducción profesional, pues rara vez existe equivalencia uno a uno de estas palabras.
Además, tampoco hay consensos respecto a lo que se debe hacer con ellos. Algunos sugieren no traducirlas y solo marcarlas en cursivas, otros prefieren buscar una equivalencia cultural y otros más mantienen la palabra, pero adaptándola a las reglas ortográficas de la lengua meta.
Cada una de estas posturas está sustentada en razones válidas, por lo cual todos los traductores profesionales se enfrentan a una gran decisión al momento de lidiar con neologismos.
A continuación, abordamos qué son los neologismos y qué factores tomar en cuenta para traducirlos o no en tu texto.
¿Qué son los neologismos?
Se trata de palabras como app, selfie, online, startup, blogger, spam y bullying, es decir, palabras que se originaron en otras lenguas y que por su importancia se utilizan en casi todo el mundo.
Los neologismos son la evidencia más clara de que la lengua está viva y en constante evolución. La necesidad de agregar estas palabras a lenguas en las que no se originaron se debe en parte a que es léxico utilizado en materias nuevas como tecnología, transformación digital o concernientes al progreso científico.
¿Qué tomar en cuenta para decidir traducir los neologismos?
La realidad es que para que tu traducción profesional sea de calidad lo importante es que seas consistente al traducir o no los neologismos. Si traduces uno de estos lo mejor es que traduzcas todos, si decides marcarlos con cursivas o adaptarlos a la ortografía de tu lengua también es válido, ¡solo asegúrate de ser consistente a lo largo del texto!
Para decidir su traducir o no los neologismos toma en cuenta:
El registro de tu texto. Si se trata de un texto formal o informal. Los registros utilizados en revistas, libros o blogs son muy diferentes. Incluso no es lo mismo traducir un libro de liderazgo que uno de ciencias. Si estás utilizando un registro informal, lo mejor sería no traducir los neologismos.
Medio de publicación. Los medios digitales han transformado la escritura, por eso es más común encontrar neologismos en blogs o en post de redes sociales que en libros impresos. Lo más probable es que si traduces revistas electrónicas o e-books no haya problema en que los neologismos de tu texto no se traduzcan, solo evítalos en los medios impresos.
Público o audiencia. Uno de los puntos clave que debes consultar es el perfil de tu audiencia, ¿qué tan familiarizados están con los neologismos presentes en tu texto? ¡Si tu audiencia tiende a ser joven no tendrán problemas en entender los neologismos!
Aceptación del término. Al hablar de neologismos se incluye un rango muy amplio de palabras, desde mouse y mail, que son palabras de uso cotidiano, hasta smurfing, stage o amenities, que no están presentes en todos las esferas de la vida, sino solo en algunas. Lo más probable es que los términos más cotidianos sean entendidos por casi todos, por lo que dejar el neologismo no causará tanto desconcierto.
Traducibilidad del neologismo. ¡Claro! No olvides preguntarte qué tan traducible es el neologismo, es muy fácil traducir correo electrónico, computadora y celular en lugar de dejar email, laptop o smartphone. ¡Si tienes la oportunidad de traducir los neologismos no dejes de hacerlo!
Otros aspectos que debes considerar son la especialización del contenido, tu intención, la voz y el tono de tu marca.
Platícanos tu postura, ¿traduces los neologismos o prefieres dejarlos sin traducir?
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