Francisco Hinojosa es un autor contemporáneo, ¿lo conocen? Los libros más famosos de él son infantiles: La peor señora del mundo y La fórmula del doctor Fumes, pero también ha incursionado en otros géneros como la poesía, la crónica o la novela, de la cual les voy a contar en un momento.
Hace unos días una amiga muy querida me regaló este libro: Con los ojos abiertos, de este autor. Es una novela pequeñita (no tiene más de 100 hojas), muy fresca y a la vez muy fuerte. Es juvenil, en realidad, pero retrata una realidad de México que vale la pena conocer.
Con los ojos abiertos
Creo que el título no da mucha idea de la historia que se desenvuelve a lo largo de la novela; sin embargo, es muy preciso. Finalmente, la protagonista es una chica llamada Sara, que es muy consciente de ella misma, de su vida y de su realidad. Es tan consciente que a ratos te deja un nudo en la garganta por las cosas que pasa solo por haber nacido en un lugar no muy afortunado.
He de confesar que a ratos me recordaba a Matilda, por esa pasión suya por leer (que no aparece propiamente hasta más avanzada la historia) y, sobre todo, por ese sentirse fuera de lugar en su propia familia. Una familia disfuncional donde todos tienen un lugar y lo toman, menos ella.
Un estar insatisfecho sin ser ambicioso; no ser conformista, pero no exigir más. La verdad es que su personalidad, "sencilla", en palabras de otro personaje, es muy respetable. Sin causar líos, ni enfrascarse en problemas, va haciendo de su vida lo que la hace sentirse feliz.
Nacida en una casa donde la miseria le rodea, decide encontrar un mejor futuro para ella y termina vendiendo libros afuera de la Facultad de Filosofía y Letras (precisamente lo realista de sus escenarios la vuelven una historia muy íntima). Quizás no suena a un "verdadero progreso", pero, analizando la historia podemos ver cuánto significado tiene para ella haber pasado del punto original a una vida plena, donde se siente feliz.
¿Qué necesitamos para ser felices? Sara, la protagonista, es un reflejo a veces crudo de lo que podemos alcanzar según nuestras oportunidades, pero también es un refrescante recordatorio de que podemos enredarnos mucho más en lo que es el éxito, la prosperidad y la felicidad, cuando a veces algo que puede parecer tan simple, como conocer el mar (me recordó tanto a Catalina en Arráncame la vida), puede ser suficiente para llenarnos el día y el corazón... La vida.
Es una historia fácil de leer, ligera, que no te lleva más de una tarde, agridulce quizás, pero muy hermosa... La recomiendo para cuando queramos recordar qué es lo que realmente vale la pena.