Escribir no es hablar. Tal vez la frase anterior parece algo muy obvio, pero ser consciente de ello es el primer paso para escribir efectivamente. Escribir es un proceso mental diferente al de hablar porque involucra distintas habilidades.
Por ello, en este post te hablamos sobre los 5 puntos clave de la comunicación escrita. ¡Conócelos!
1. Uso de las reglas gramaticales
Muy pocas personas se dan cuenta de que cuando hablamos rompemos contantemente las reglas gramaticales, dejamos oraciones sin terminar y cambiamos el tema y orden de las frases con frecuencia.
Esto es muy normal, pues cuando hablamos con otra persona intervienen más elementos comunicativos como el lenguaje corporal, los cambios de tono y las entonaciones de voz.
Cuando escribimos, la claridad de los mensajes depende en mayor medida de respetar las reglas gramaticales, así que no podemos pasar por alto tantas inconsistencias en los tiempos verbales o en la concordancia entre los sujetos y verbos.
Además, las oraciones deben contener todos los argumentos que los verbos requieren, no pueden estar incompletas.
2. Asertividad y orden
Cuando hablamos hay oportunidad de presentar las ideas en desorden, ¡pero esto no sucede con la comunicación escrita!
Para redactar asertivamente se debe determinar una estructura general del mensaje. Dicha estructura involucra la jerarquización de la información, pues si esta se presenta de manera ordenada y coherente el texto será mejor comprendido por el lector.
¡Pero no te preocupes! El orden de las ideas de un texto se determina de manera natural. Por ejemplo, los conceptos básicos se deben presentar primero, posteriormente la tesis o postura y después una explicación, argumentos o ejemplos que sustenten dicha postura.
3. Temporalidad y espacialidad
La comunicación escrita es sin duda más duradera que la comunicación oral, de hecho, la duración fue uno de los motivos de su invención. Además, otra de sus ventajas es que el receptor de un mensaje escrito no necesita estar en el mismo lugar que el emisor.
Puede ser que con el uso de la tecnología estas dos características del lenguaje escrito formen parte también de la comunicación oral, ¡es cierto!
Sin embargo, en la comunicación escrita se utiliza naturalmente con el fin de preservar cierta información durante un largo plazo, tal como sucede con los libros de texto o los artículos académicos.
4. Unilateralidad de la escritura
La mayoría de las veces cuando un autor escribe lo hace a una audiencia imaginaria. Por ejemplo, una novela o incluso una página web.
Dicha audiencia no interactúa directamente con el escritor, sino que lo hace por medio de sus escritos. Por eso, cuando se redacta un texto se debe definir el estilo y vocabulario más adecuado para la audiencia que se tiene en mente.
La comunicación escrita requiere que se cuiden muchos detalles, pues la comprensión del mensaje depende de que el autor sea capaz de plasmar un mensaje de manera sencilla y ordenada teniendo en cuenta las capacidades cognitivas de su audiencia.
5. Rapidez
La comunicación oral es mucho más veloz que la comunicación escrita. El mensaje tiene que estructurarse en la mente de los hablantes, consolidarse y pronunciarse en segundos. En cambio, la escritura es un arte que permite aclarar las ideas con tiempo y después plasmarlas en un papel de la mejor manera posible
¡Tómate el tiempo necesario para redactar asertivamente!
Además, aprovecha que la escritura y la tecnología nos permiten editar nuestras palabras. Revisa una o dos veces tus escritos.
¡Pule tu texto hasta que alcance la mejor versión de sí mismo!
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